Tipos de hierbas para infusiones y cómo prepararlas

Los diferentes tipos de hierbas para infusiones se han empleado a lo largo de miles y miles de años. Muchos de nosotros las creamos con regularidad cuando preparamos té (que es sencillamente una infusión de hojas de té). No obstante, si bien este tradicional dispuesto para la hora del té tiene muchos motivos para agradar, es solo una de las incontables opciones con las que puedes probar en el momento de realizar tus preparados herbales para tomar.

¿No sabes por dónde iniciar? En el momento de decidir si preparar una infusión o bien una decocción de yerbas, considere qué objetivos nutricionales espera lograr. ¿Busca respaldar un cuerpo y una psique sanos? O bien quizá solo desee una bebida exquisitamente nutritiva que sea diferente a la de todos y cada uno de los días. La contestación determinará no solo las yerbas que utilice, sino más bien asimismo el procedimiento que emplee para sacarles el máximo provecho.

Ahora se presentan las 3 preparaciones primordiales para crear los extractos de yerbas a base de agua conocidos como infusiones y decocciones, y ciertos consejos sobre en qué momento emplear cada una.

tipos de hierbas para infusiones

Tipos de hierbas para infusiones calientes y frías

De las hierbas para infusiones calientes extraen vitaminas, enzimas y aceites volátiles aromatizados. Las flores, las hojas y las raíces aromatizadas son ingredientes ideales para las infusiones calientes. Ciertos ejemplos son la raíz de jengibre, la hoja de ortiga, la albaca santa, el trébol colorado, la cola de caballo y la hoja de frambuesa, por refererir solo ciertos.

Las yerbas ricas en nutrientes agregan una dimensión extra a tu régimen diario y trabajan en sinergia para respaldar la salud normalmente. Hay un sinnúmero de opciones para crear combinaciones de infusiones calientes, lo que ofrece una genial ocasión para aprovechar su lado creativo. El tiempo de remojo va a depender de sus preferencias personales de sabor y de las yerbas concretas usadas.

Cuanto más tiempo se dejen en remojo ciertas yerbas, más fuertes van a ser sus sabores. Asimismo se consiguen diferentes beneficios nutricionales con los diferentes tiempos de remojo de ciertas yerbas, puesto que los tiempos de remojo más largos tienden a extraer más minerales. Por norma general, se aconseja dejar las yerbas en remojo a lo largo de más tiempo que las hojas de té negro, verde o bien blanco.

Las infusiones frías son ideales para gozar de las ventajas de las yerbas mucilaginosas y las yerbas con aceites esenciales frágiles. Ciertas yerbas buenas para las infusiones frías son la raíz de malvavisco, la hoja de menta, los capullos de rosa o bien yerbas recién cosechadas como la melisa o bien la yerba de San Juan. Al no haber hervido en esta preparación, la proliferación de bacterias puede ser más veloz que con las infusiones calientes. Asegúrese de usar herramientas limpias, de refrigerar la infusión si no la va a tomar de manera inmediata y de consumirla o bien desecharla en el plazo de una semana (o bien ya antes si nota un sabor o bien fragancia extraño o bien un cambio de aspecto).

 

Cómo hacer una infusión

Cómo hacer una infusión caliente

  • Vierta de 1 a tres cucharadas de yerbas secas en un colador de té puesto en su tetera o bien taza.
  • Calienta el agua hasta el momento en que llegue a hervir.
  • Vierte el agua caliente sobre las yerbas para sumergirlas y tápalas para asistir a sostener los aceites volátiles.
  • Deja descansar de quince minutos a 1 hora y cuela.
  • Pone el tarro con la bolsa de té de algodón en el agua y aprieta la tapa con las manos.

Cómo hacer una infusión fría

  • Llene una jarra de una cuarta parte de galón con agua fría.
  • Pone 1 onza de yerba en una gasa o bien bolsa de muselina.
  • Humecta levemente la yerba en el manojo (para facilitar la inmersión).
  • Sumergir el manojo justo bajo el agua en el frasco.
  • Pone el extremo atado del manojo sobre el borde del tarro.
  • Asegúrelo enroscando el tapón sin apretarlo.
  • Deje que se infusione a lo largo de la noche.

O bien:

  • Poner las hierbas sueltas en un tarro de una cuarta parte de galón, completar con agua fría y tapar.
  • Deje que se infusionen a lo largo de la noche.
  • Cuele las yerbas con una malla para brotes y una tapa o bien un embudo con filtro.

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