Trucos para saber cómo ahorrar calefacción en casa

Para la mayor parte de los hogares, la energía es una necesidad cara. No obstante, hay una serie de cosas que puedes hacer para ahorrar calefacción y comburente en casa este invierno, que no solo te van a hacer ahorrar dinero sino asimismo van a hacer que tu casa sea más agradable y sustentable. A continuación te damos una serie de recomendaciones para saber cómo ahorrar calefacción en el hogar.

cómo ahorrar en la calefacción de casa

Cómo ahorrar calefacción y combustible en el hogar

Aquí tienes ciertas cosas que puedes hacer para saber cómo ahorrar calefacción:

Comprender su sistema de calefacción y sus controles. Dedica tiempo a aprender de qué manera marcha tu sistema de calefacción -y de qué manera usar los controles apropiadamente- para poder emplearlo de la manera más conveniente y rentable para ti. Por servirnos de un ejemplo, tu casa va a tardar unos treinta minutos en enfriarse (más en una residencia bien apartada), con lo que considera la posibilidad de apagar la calefacción media hora ya antes de irte a la cama.

Baja el termostato. Reducirlo 1°C puede ahorrarte energía y dinero (unos setenta y cinco euros por año), sin que aprecies ninguna diferencia. Controles de la calefacción central.

Evita secar la ropa en los radiadores. Esto reduce la cantidad de calor que desprenden los radiadores, con lo que la caldera debe marchar a lo largo de más tiempo para lograr exactamente la misma temperatura entorno, con lo que se consume más comburente por lo general.

Usa una bolsa de agua caliente. Es más asequible que una manta eléctrica.
Estudia la posibilidad de mudar de distribuidor de energía. Posiblemente logre una oferta más asequible, especialmente si no se ha alterado desde hace por lo menos 3 años. Puedes hallar más información en este folleto sobre de qué manera mudar de distribuidor.

Sostenga los muebles distanciados de los radiadores. La espuma de los muebles tapizados es un aislante térmico muy eficiente y evita que entre en la habitación.
Usa el sol. Es la fuente de calor más simple de lograr y la más económica. Cuando haga sol, aprovecha para abrir las puertas interiores y dejar que el aire caliente fluya por tu casa.
Corre las cortinas. Sobre todo de noche, para sostener el calor dentro y el frío fuera. Además de esto, corre las cortinas tras los radiadores.
Ponte cortinas auxiliares. Por poner un ejemplo, ponga una cortina en las puertas exteriores de un solo cristal.
Aísle los muebles de las puertas. Cubre los buzones y las cerraduras. Se sorprenderá de la cantidad de calor que se puede perder.
Instale un globo de chimenea. Si tiene una chimenea abierta y no se emplea, considere la posibilidad de poner un globo de chimenea en ella.
Verifique el aislamiento de su techo. Alrededor del veinticinco por ciento del calor que se pierde en una casa habitual sin aislamiento se escapa por el tejado. Debería tener cuando menos doscientos setenta mm de aislamiento en el desván. Si agrega aislamiento auxiliar, asegúrese de que no se comprima. Se pueden instalar plataformas elevadas, sobre la altura del aislamiento, para el almacenaje.
Verifique el aislamiento de sus paredes. Alrededor del treinta y cinco por ciento del calor que se pierde en una casa habitual sin aislamiento se genera mediante las paredes. Si tiene paredes huecas, piense en rellenarlas. Las paredes sólidas asimismo pueden aislarse (interna o bien externamente), mas es más complejo y costoso.
Instale doble o bien triple acristalamiento. Si hay que mudar las ventanas, considere la posibilidad de instalar doble o bien triple acristalamiento. Los dos dismuyen la pérdida de calor a través del cristal.
Poner un segundo acristalamiento. Poner un segundo cristal en una ventana existente puede ser prácticamente tan eficiente como las unidades de substitución selladas, mas cuesta mucho menos.
Poner paneles reflectores para los radiadores. Si un radiador está en una pared exterior, puede perder calor, singularmente si no está apartado. Los paneles reflectores asisten a reflejar ese calor en la habitación. Puedes adquirirlos en las ferreterías, instalarlos mismo y no tener que desmontar el radiador.
Pone un reforzador de radiador. Se pone sobre el radiador y absorbe el calor perdido por detrás. Usa un pequeño ventilador eléctrico para hacer circular el aire caliente por la habitación y de esta forma poder bajar el termostato.
Evite las facturas estimadas. Mantén la precisión de tus facturas mandando con regularidad las lecturas del contador a tu distribuidor de energía.
Aísla el depósito de agua caliente. Ponga una funda sobre el depósito o bien adquiera uno que esté cubierto de espuma recia.
Instala válvulas termostáticas para radiadores. Las válvulas termostáticas le dejan supervisar la calefacción habitación por habitación, de tal modo que puede apagarla en las habitaciones que no usa.
Bloquea las cañerías. Esto va a ayudar a sostener el calor en las cañerías y asimismo evitará que se congelen si pasan por un espacio sin calefacción.
Instala un sistema de protección contra las corrientes de aire. Puedes poner tiras adhesivas en las ventanas y puertas, mas asimismo verifica si hay orificios y huecos: escotillas del desván, tablas del suelo, zócalos, accesorios eléctricos y lugares donde las cañerías atraviesan las paredes exteriores.
Aísle la trampilla del desván. Cerciórate de que hay aislamiento en la parte superior.
Reemplaza las lámparas por otras de bajo consumo. La iluminación representa alrededor del siete por ciento de la factura energética de un hogar. Las viejas lámparas de filamento solo son un cinco por ciento eficaces, al paso que las lámparas de bajo consumo (CFL) consumen entre un setenta y cinco y un ochenta por ciento menos de energía. Las lámparas de diodos transmisores de luz (led) son las más eficaces y superan muchas de las reservas que la gente tiene con las CFL, mas asimismo son las más caras.
Instale detectores de movimiento o bien luces con difiero. Se apagan de manera automática y ahorran electricidad.
Adquiere un monitor de energía. Te deja ver qué electrodomésticos consumen más electricidad a fin de que puedas ajustar su empleo.
Instala un dispositivo de corte para la calefacción central. Estos dispositivos apagan de manera automática la calefacción central a lo largo de un periodo preestablecido en todos y cada hora de funcionamiento, con lo que se consume menos energía.

Instala un aislamiento bajo el suelo. Si su casa tiene un sótano, el aislamiento bajo el suelo puede asistir a sostener el calor.
Usa la energía solo cuando sea verdaderamente preciso. Por poner un ejemplo, apague las luces cuando salga de una habitación y apague el computador cuando no lo utilice.
Adquiere electrodomésticos de bajo consumo. Cuando reemplace un electrodoméstico, adquiera un modelo de alta eficacia energética. Fíjate en la clasificación energética.
Evita el modo perfecto de espera. Dejar los electrodomésticos en modo de espera puede consumir hasta el setenta y cinco por ciento de la energía que emplean cuando están plenamente encendidos, y podría costarle hasta ochenta euros por año.
Desconecta o bien apaga los cargadores. Esto es para los adolescentes de la casa, sobre todo por el hecho de que ciertos modelos viejos consumen electricidad aun cuando no están conectados a un aparato.
Cambia la alcachofa de la ducha por una versión ecológica. Esto reducirá la cantidad de energía precisa para calentar el agua.
Adquiere un temporizador de ducha. Estos actúan como un incentivo para tomar duchas más cortas, reduciendo la cantidad de energía precisa.
Cocine con sensatez. Por término medio, cocinar supone un cuatro por ciento del consumo de energía. Escoja la olla del tamaño conveniente para los comestibles y la cocina. Corta los comestibles en pedazos más pequeños y pon tapas en las ollas. El alimento se cocinará considerablemente más veloz y consumirá menos energía.
Emplea el tostador en vez del grill. El tostador consume menos energía que la parrilla.
No uses en demasía el hervidor de agua. Los hervidores de agua consumen mucha energía, con lo que hierve solo la cantidad de agua que precises.
Deja la puerta del horno abierta. Cuando acabes de cocinar en el horno, deja la puerta abierta para sostener la cocina caliente.
Emplea una olla de cocción lenta. Las ollas de cocción lenta tardan más en cocinar los comestibles, mas su funcionamiento es más asequible que el de los hornos usuales.
Emplea el microondas. Si estás descongelando comestibles, o bien sencillamente calentando cosas, los hornos microondas consumen mucha menos electricidad que los hornos usuales.
Cuida tu nevera y tu congelador. Descongela de manera regular el congelador y también procura sostenerlo razonablemente lleno, para eludir el dispendio de energía. Verifica que las juntas están bien cerradas para cerciorarte de que no entra aire caliente.
No dejes la puerta del frigo abierta. Cuanto más tiempo esté abierta, más energía precisará para regresar a su temperatura adecuada.
Deshazte de tu congelador. Si no empleas mucho el congelador, no lo tengas. Es un enorme consumidor de electricidad.
Cuando laves, emplea cargas completas. De este modo reducirá el número de cargas. Si precisas hacer menos de una carga completa, usa la configuración de “media carga” o bien “económica” de tu lavadora.
Emplea el programa de lavado a treinta °C. Actualmente es más que suficiente para adecentar la ropa y te dejará ahorrar hasta un setenta y cinco por ciento del costo del ciclo más caliente.
Emplea un ciclo de lavado más corto. Un ciclo que dure una hora, por servirnos de un ejemplo, es conveniente para la mayor parte de los lavados. Si combina un ciclo más corto con un ajuste de temperatura más bajo, puede ahorrar energía en 2 frentes.
Usa la secadora con moderación. Las secadoras pueden consumir mucha energía. En los días radiantes, seca la ropa al aire libre. Si debes usar la secadora, seca solo la ropa que verdaderamente lo necesite.
Aprovecha el calor retenido en la secadora. Si tienes mucha ropa que secar en la secadora, considera la posibilidad de dividirla en más de una carga. La secadora retendrá el calor tras cada carga, con lo que empleará menos energía a lo largo de la segunda y siguientes cargas.
Limpie el filtro de la secadora. Hágalo de manera regular, en tanto que ayuda a que su secadora funcione de forma más eficaz.
Utilice bolas ecológicas en su secadora. Estas crean espacios entre la ropa, dejando que el calor se mueva con libertad y que la ropa se seque más de forma rápida.
Limpia la parte posterior de tu frigo. Si puedes, limpia las bobinas de la parte posterior de tu frigo para aumentar al máximo la eficacia energética.
No calientes el agua a una temperatura excesiva. Para la mayor parte de la gente, 60°C/140°F es suficiente.
Emplea herramientas manuales en la cocina. Por servirnos de un ejemplo, la preparación de pan y el batido pueden hacerse a mano.
No dejes la plancha encendida. Las planchas consumen mucha electricidad, conque apaga la tuya cuando no la utilices.
Cuando puedas, deja que tu pelo se seque de forma natural o bien sécalo con una toalla. Los secadores para el cabello consumen mucha electricidad y secarse el pelo de forma natural es mejor para él.
¿Computador nuevo? Piensa en adquirir un portátil, que consumirá en torno a un ochenta y cinco por ciento menos de energía que un PC de sobremesa nuevo.
¿Ha llegado el instante de adquirir una nueva caldera? Instala una caldera de condensación de bajo consumo. Son considerablemente más eficaces que las calderas viejas, consumen menos comburente y están libres para su empleo con gas de red, petróleo o bien gas licuefactado de petróleo (GLP).
Finalmente, ¡ponte una capa extra! Realmente, esta es una sugerencia prudente. Agregar más capas verdaderamente te sostiene más caliente.

 

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